El fiscal Fernando Berlingeri considera que cuenta con elementos contundentes contra Juan Carlos Galarregui y pidió a la Justicia de Garantías que continúe detenido mientras profundiza la investigación.
El fiscal Fernando Berlingeri solicitó la prisión preventiva para el único detenido por el femicidio de Rocío Fernández al considerar que existe un riesgo procesal cierto si llegara a recuperar la libertad en esta etapa.
De esta manera, Berlingeri consideró que cuenta con elementos probatorios contundentes contra Juan Carlos Galarregui, quien está imputado por el femicidio de Fernández, un delito por el que podría recibir pena de prisión perpetua.
En el pedido de prisión preventiva presentado a la Justicia de Garantías, el fiscal consideró que existe “peligrosidad procesal”. En primer punto, destacó la expectativa de la pena en el proceso, que hace imposible una condena de ejecución en suspenso o condicional para el imputado, lo que genera por sí mismo un peligro de fuga.
Otro aspecto que destacó el fiscal es “el estado incipiente de la investigación”, ya que aun restan realizarse numerosas diligencias de prueba, que con Galarregui en libertad podrían verse entorpecidas. Además, cabe recordar, que el imputado ya ha involucrado a su pareja, a quien le había pedido dinero y ropa para poder huir de la ciudad.
Galarregui había sido detenido en Santa Clara del Mar, mientras intentaba huir con un documento falso. Esto, para el investigador, es un claro ejemplo que el imputado no se quiere someter al accionar de la Justicia y que intentará entorpecer la causa para asegurar su impunidad.
“Es por esto que los peligros en la concreción de los fines del proceso no pueden ser evitados por el momento con la aplicación de otra medida menos gravosa para el imputado que su prisión preventiva”, concluyó el fiscal Berlingeri.
El Juzgado de Garantías N° 4 deberá resolver en los próximos días si da lugar al pedido del fiscal y ordena la prisión preventiva de Galarregui para que continúe detenido mientras avanza con la investigación.
El caso
Vale recordar que Rocío Fernández se fue de su casa de Vernet y Güiraldes en la madrugada del sábado 3 de agosto y tras encontrarse con un amigo se dirigió en un taxi hasta un sector del Puerto. Luego de eso no se supo más de su paradero, aunque ella se encargó de enviarle a un conocido la ubicación de Grecia y Libertad avisando que iba a estar ahí.
Este dato recién lo entregó ese conocido a la investigación en la tarde-noche del martes, lo que impidió una búsqueda más presurosa tras la denuncia del lunes realizada por la familia.
El cuerpo de Fernández fue hallado dentro de la casa de Grecia al 1000 en el interior de un freezer y el dueño de esa vivienda, Juan Carlos Galarregui, escapó por los fondos de la propiedad y se mantuvo prófugo unas horas, hasta que finalmente fue detenido en Santa Clara del Mar.